¿Por qué los niños de ahora son diferentes a los de antes?

No hace mucho tiempo, para llamar a tu amigo del colegio tenías que esperar llegar a casa, pedirle a papá o mamá que te dejaran hacer una llamada y si aceptaban, metías el dedo en unos agujeros que al girar, iban marcando los números que posteriormente te conectaban con el teléfono de la casa de tu amiguete, eso, si tenías suerte de que estuviese disponible en ese momento. Ahora, basta con sacar un móvil para escribir un Whatsapp o un mensaje directo de Instagram para tenerle localizado al instante.

Hace unos años, había una sola televisión en casa, a color o blanco y negro (depende de la edad que tengas jaja) y la programación se escogía tras una ceremonia en la que papá o mamá, decidían qué era lo indicado para que toda la familia se sentara alrededor de la misma. Y te gustaba. Tenía que gustarte. Ahora, miles de películas, vídeos, dibujos animados están a golpe de clic, disponibles en multiplataformas, en las que cada miembro de la familia puede escoger la programación que más le apetezca.

Hay muchas diferencias entre la época actual y la de hace unos 30, 40 e incluso 60 años, ¿a que sí? Si hay algo en lo que estaréis de acuerdo, es que no solo ha cambiado la tecnología, sino que pareciera que los niños actuales también son distintos a los de aquel tiempo. ¿Cuántos habéis oído frases como estas?

«Mi madre solo con mirarme yo ya sabía que tenía que callarme y portarme bien»

«Cuando salíamos y hacía algo malo, mi madre me hacía una señal y yo en seguida cambiaba mi comportamiento»

«Antes sí se respetaba a los mayores, no como ahora que los niños hacen lo que quieren»

«Estos niños de ahora son malcriados, altaneros y consentidos. Anteriormente a uno ni se le ocurriría levantarle la voz a un mayor»

Seguramente habéis oído frases similares más de una vez. Es algo que la gente se cuestiona mucho. Y si no, fijaos en esta búsqueda de Google, mirad los resultados:

Es una preocupación real.

La cuestión es que efectivamente los niños han cambiado. Pero es que, ¿qué no? ¿Qué no ha cambiado en las últimas décadas? Y ya no hablo solo de tecnología, que también, sino de sociedad en general. Hemos evolucionado increíblemente y los niños no podían quedarse atrás. El problema de todo esto surge cuando queremos tratar a los niños actuales con los mismos métodos que se trataban a los niños de hace 40 años. ¿A que no se te ocurriría transitar 1000 km a caballo? ¡Claro que no! Cogerías un coche, un tren o hasta un avión.

¿Por qué han cambiado los niños?
Muchos pensarán que la culpa de que los niños hayan cambiado la tienen la tecnología, los horarios laborales y los hogares rotos. Esto no es tan verídico. Hay niños actuales que siguen siendo amables, cariñosos y respetuosos.

Hay dos razones primordiales por la que los niños de ahora han cambiado, la primera de ellas, explicaba Rudolf Dreikurs, uno de los padres de la Disciplina Positiva, es que los niños ya no tienen de ejemplo de sometimiento y obediencia en casa al que imitar. Muchos hemos olvidado que no nos comportamos como en los viejos tiempos, cuando la mujer hacía todo lo que le pedía el marido sin cuestionarle, el hombre hacía todo lo que el jefe pidiera, sin que tuviera en cuenta sus opiniones e incluso los colectivos minoritarios aceptaban ciertos tratos en detrimento de su dignidad. Los niños aprenden con el ejemplo y actualmente, gracias a Dios, las cosas ya no suceden así.

La segunda razón, es que en la sociedad actual los niños tienen menos ocasiones para aprender a ser responsables y sentirse motivados. Anteriormente, los niños eran capaces de contribuir desde muy pequeños en las actividades domésticas y participar incluso de la economía familiar. Ahora, reciben muchas cosas con poco o ningún esfuerzo y suelen creerse con derecho a merecerlo todo. También nos encontramos con que muchos padres y madres protegen a sus hijos de que se decepcionen por miedo a que sufran. Viven en un constante rescate (por ejemplo, pedir los deberes por el grupo de Whatsapp del colegio). Con esta vida tan ajetreada, muchos padres no dedican tiempo suficiente en enseñar a sus hijos habilidades y competencias para la vida, como por ejemplo la colaboración. Seguramente tu niño/a se va a tardar más que tú limpiando la leche que se ha derramado, pero seguro estará aprendiendo una habilidad fantástica. Ten un poquito de paciencia que la próxima vez, lo hará mejor.

Así que, si los niños definitivamente han cambiado, ¿por que nos empeñamos en tratarles con métodos anticuados? El control, autoritarismo, castigo o esperar que no opinen ya no funciona con estos niños. Lo que estaríamos haciendo con esto es generar resentimiento, deseos de venganza o incluso, invalidar su autoestima. Por el contrario, si somos permisivos y dejamos que hagan lo que quieren, estaremos educando niños que esperarán que el mundo esté para complacerles.

Tratarles respetuosamente, con amabilidad y firmeza al mismo tiempo e involucrarles en el entorno familiar son algunas de las claves que nos pueden ayudar a educar niños sanos emocionalmente, que se conviertan en adultos con grandes habilidades para la vida. En próximos post estaré desarrollando más estos temas.

¿Y tú? ¿También piensas que los niños de ahora han cambiado? Espero que te haya gustado y que te sea útil, si es así, compártelo en tus redes sociales. Recuerda que tienes más contenido en mi cuenta de Instagram @TatiLuis

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