Por prudencia, buen hacer o educación, hay padres y madres que aún callamos muchas cosas ante situaciones o personas que muchas veces nos ponen al límite. Luego, cuando estamos en la intimidad de nuestro hogar o en el monólogo interno de nuestra cabeza, se nos ocurre muchas formas en las que pudimos haber respondido, pero ya es demasiado tarde. Pero nunca nos atrevemos a decirlo a la cara. Eso ahora va a cambiar, porque aquí te descubrirás esos ocho pensamientos que nos carcomen a los que tenemos hijos. Podrás compartirlo en tus redes sociales luego para que te quedes bien a gusto. Vamos al lío.
- Estamos muy cansados para hacer planes: sí. Casi siempre preferimos descansar, pero aún así vamos a la comida, merienda, cena cuando sabemos que luego vamos a estar reventados. Todo sea por compartir.
- Nos sentimos juzgados permanentemente: padres, madres, abuelos, tíos, suegros, cuñados… hay opinólogos de oficio que se han sacado la carrera y las oposiciones entera. Son expertos en criar a tu hijo mejor que tú. Y TE LO HACEN SABER.
- Nos sentimos excluidos por los amigos que no tienen hijos: sí. Esto es así. Parece que ya tener hijos te convierte en un ser que es incapaz de tener conversaciones más allá de pañales y cacas. Noticia: seguimos siendo gente interesante y divertida.
- Vivimos en constante escrutinio de los otros padres del colegio: esto merece un post aparte. Pero, ¿qué clase de mundo estamos creando? Por favor, esto es aguantar más presión que una olla express.
- Nos molesta que etiqueten a nuestros hijos: ayyyyyyy, qué inquieto es tu niño! ¡no para quieto! ¡qué tímido! ¡qué moreno! ¡qué rubio! ¡qué llorica! SEÑOR/SEÑORA. Por favor.
- Quisiéramos que salir de un grupo de Whatsapp del colegio no sea un pecado capital: ¿qué tal si empezamos un movimiento en redes sociales para decirle adiós a los grupos?
- No nos gusta que nos miren como bichos raros si…: si dormimos con nuestros hijos, si damos lactancia prolongada, si no les pegamos, si les involucramos en la familia en vez de mandarles como militares.
- Quisiéramos que la gente entienda que no podemos contestar al Whatsapp o las llamadas al instante: especialmente si tenemos hijos pequeños. Normalmente nuestros ojos, manos y atención están puestos en mantener a los niños con vida. No podemos distraernos jaja.
- En realidad, muy en el fondo, disfrutamos de los dibujos animados: en nuestro caso no hay que rascar demasiado. Nos encanta Toy Story, Pj Mask, Story Bots… y vamos en bucle. Sé de más de uno que se sabe las canciones al derecho y al revés.
¿Y tú? ¡Cuéntame qué callas! Recuerda que puedes encontrarme en Instagram como TatiLuis, nos vemos allí 😉